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Edgar Allan Poe  & Howard Phillips Lovecraft

Lovecraft y Edgar Allan Poe



“¡Entonces conocí a Poe! Caí rendido a sus pies y a la edad de ocho años los azules firmamentos de Argos y Sicilia se oscurecieron con las pútridas exhalaciones de la tumba” (Selected Letters vol II)
Así de poéticamente describe HPL su primer contacto con la obra de Edgar Allan Poe (no fue el primero con la llamada ”tradición espectral”, ya que, como sabemos, su abuelo gustaba de entretenerle contándole cuentos de fantasmas, al estilo gótico de Radcliffe o Lewis). Sin embargo, Poe dejará una huella mucho más indeleble en Lovecraft que los maestros góticos.
No es de extrañar. Como Lovecraft apunta de manera precisa en “El Horror Sobrenatural en la literatura” (donde HPL dedica un capítulo entero al estudio de Poe, ningún otro autor mencionado en el ensayo merece tal distinción), “a él le debemos el moderno cuento de terror en su estado final y más depurado”. Es más: la concepción del “relato corto de horror” se la debemos principalmente a Poe, quien sustentaba la curiosa teoría de que un buen relato debía poder leerse durante un periodo de tiempo que no superara las dos horas. La influencia de Poe se hace sentir, no sólo en todos los autores de horror que le siguieron, sino tambien en la ciencia ficción (por su sistemática utilización de los conocimientos científicos de se epoca para crear “distorsiones en la realidad”, siendo una gran influencia para Julio Verne), o en el llamado “relato de detectives” (Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, declararía una vez: “si cada autor que ha utilizado una idea de Poe contribuyese con una libra a su mausoleo, este sería más grande que la pirámide de Keops”). Su detective aficionado Auguste Dupin es antecesor directo de los Sherlock Holmes, Hercules Poirot, etc.
En cuanto a Lovecraft, la influencia de Poe es palpable y solo puede ser comparada a la de Dunsany. Lovecraft mismo se preguntaría: “tengo mis relatos ‘poescos’ y mis relatos ‘dunsanianos’, pero…¿Dónde están mis relatos ‘Lovecraftianos’?”, no habría que esperar mucho hasta que relatos como “El Color Surgido del  Espacio” o “La llamada de Cthulhu” contestasen esta pregunta, sin embargo es cierto que existen un serie de relatos decididamente ‘poescos’ en la narrativa de HPL: ‘El alquimista’, ‘La tumba’ y, sobre todo, ‘El extraño’, uno de los relatos más conocidos de HPL y que podría haber firmado el mismísimo Poe. Es tal la semblanza en los relatos primerizos de HPL, que llevó a Borges a afirmar (no sin cierta malicia) que Lovecraft era “un parodista involuntario de Edgar Poe”, aunque la obra más madura de Lovecraft se encuentre ya muy alejada de la del Bostoniano.
Así como “La búsqueda en sueños de la Ignota Kaddath”, una obra paradójica ya que es, quizás, la más dunsaniana de las obras de HPL y al mismo tiempo supone el alejamiento definitivo de los estándares dunsanianos, en “Las montañas de la Locura”, HPL intenta hacer su particular “Gordon Pym”: las referencias al “Pym” de Poe son frecuentes, sobre todo el enigmático grito de las fantásticas criaturas antárticas de Poe, ¡Tekeli-li!¡Tekeli-li!, que Lovecraft pone en boca de una horrible criatura que persigue a los protagonistas de la obra. Ello no quiere decir que HPL quisiese hacer una especie de continuación de Pym, ni siquiera que pretendiese despejar las muchas incógnitas que Poe deja abiertas en su enigmática y magnífica novela. Parece más bien una especie de “guiño de despedida” a unos estandares poescos que hacía mucho tiempo había abandonado.



Fuente: http://www.lovecraftweb.com.ar/





Soy Edgar Allan Poe, escritor y poeta 

El literato más grande del sur en el siglo XIX y uno de los escritores norteamericanos más importantes de la historia pasó la mayor parte de sus años productivos como periodista en las grandes ciudades del norte. Nacido el 19 de Enero de 1809 en Boston, Massachussets, Poe fue el segundo hijo de David y Elizabeth Arnold Poe, ambos activos actores de teatro en la costa este de los Estados Unidos. Su padre desaparecería misteriosamente en 1810, y tras la muerte de su madre en Diciembre de 1811, Poe fue dado en adopción a John Allan, un próspero comerciante de tabaco de Richmond, Virginia que daría a Poe una esmerada educación en Viriginia e Inglaterra (donde los Allan vivieron durante una breve aventura comercial de John Allan).

En 1826 asiste a la Universidad de Virginia, abandonándola, al parecer forzado por las deudas de juego contraídas durante su estancia allí, lo que provocaría su primer gran desencuentro con su padre adoptivo (de quien había tomado su segundo nombre: Edgar ‘Allan’ Poe). El siguiente movimiento de Poe es típico del adolescente desengañado y en guerra con el mundo: bajo el falso nombre  de Edgar A. Perry se alista en el ejército de Estados Unidos, es durante su etapa en la academia militar en 1927 que publica su primera obra Tamerlan y Otros poemas, al parecer sufragada por sus compañeros de promoción (este volumen en su primera edición es el más codiciado del coleccionismo literario norteamericano; en 1988 un coleccionista privado compró una copia “relativamente intacta” del volumen por la friolera de 198.000 dólares); a este volumen seguiría un segundo: Al Aaraaf, Tamerlán y otros poemas menores aparecería en 1829, después de ser licenciado con honores del ejército. Viene una primera reconciliación con su padre adoptivo quien, pensando que quizás la carrera militar era la verdadera vocación de Edgar, utiliza sus influencias para que le admitan en la prestigiosa academia militar de West Point en Nueva York en 1830, lamentablemente pronto es licenciado, al parecer por insubordinación, lo que provocaría un nuevo distanciamiento entre John Allan y el joven Edgar. Es posible que en esta etapa Poe ya pensase en labrarse una carrera literaria, ya que en 1829 publica un nuevo volumen titulado simplemente Poemas que ya empieza a atraer la atención de prominentes figuras literarias del momento como John Neal y John P. Kennedy.

Con una sólida formación clásica e influido por la escuela de filósofos escoceses del “sentido común” (cuyas figuras más prominentes eran Sir William Hamilton, James Frederick Ferrier y Alexander Bain entre otros). Poe, era, de acuerdo con la opinión del crítico Robert D. Jacobs, un sudista tanto por temperamento como por inclinación. Pasó la mayor parte de su periodo de formación entre las ciudades sureñas de Richmond y Baltimore, donde vivían sus parientes más cercanos. Escoge la carrera literaria tras la muerte de su padre adoptivo, quien le excluye de su herencia, condenándole a una vida de relativa pobreza. Poe empieza a escribir críticas literarias para el Southern Literary Messenger de Richmond en 1835, pasando después a labores editoriales que desempeñaría durante dos años. Contrae matrimoni con Virginia Clemm, su prima de trece años en 1836. Hasta su muerte en 1849, Poe trabajaría incansablemente como editor y crítico, escribiendo al mismo tiempo poesía, ficción y ensayos del más alto nivel literario. Contribuyó a gran cantidad de importantes magacines y periódicos norteamericanos y en 1845 editaría, por un breve espacio de tiempo, su propia publicación el Broadway Journal.
Poe publicaría su única novela La Narrativa de Arthur Gordon Pym en 1838 y una colección de relatos cortos, Cuentos de lo grotesco y lo arabesco en 1839. Su poema “El cuervo”, impreso por primera vez el 29 de Enero de 1845 en el Evening Mirror de Nueva York, le valió gran consideración. Relatos, una segunada colección de relatos cortos y un tercer volumen de poemas El Cuervo y otros poemas aparecieron en 1845. Tras la muerte de su esposa en Enero de 1847, continúa escribiendo y persiguiendo su sueño de poseer su propia revista literaria. A principios de Octubre de 1849, de camino a Nueva York, donde pretendía casarse con Sarah Royster Shelton, una viuda antiguo amor de juventud, Poe hace parada en Baltimore, donde es encontrado, en coma etílico y vestido con unas ropas que no son suyas tirado en la calle. Muere en el hospital de Baltimore el 7 de Octubre de 1849. Su inesperada muerte se hace sentir en casi todos los periódicos y revistas significantes en la costa este de Estados Unidos, sin embargo la comunidad literaria norteamericana (especialmente los novelistas y poetas que habían sido fustigados sin piedad por Poe en su papel de crítico literario), le vuelve la espalda. Sólo Walt Whitman demuestra una cierta pena por la muerte de Edgar Allan Poe.
Figura controvertida donde las haya, Poe a sido sujeto de mucho análisis especulativo. Generalmente, sus biógrafos concluyen que su inestabilidad como persona era resultada de la presión a la que se veía sometido como periodista. A pesar de que a veces experimentó la pobreza y los efectos de una débil salud, Poe fue capaz de sobresalir en numerosos aspectos de la creación literaria. Absorbió la ola imperante de pensamiento romántico (tan en boga en Europa en la época). Su formación clásica, junto con su conocimiento de la filosofía escocesa, contribuyeron a evolucionar sus teorías sobre la unidad del efecto y la composición poética. Fueron él y Nathaniel Hawthorne quienes introdujeron las ambigüedades del simbolismo en el relato gótico, y Poe tiene el honor del reconocimiento del relato corto como una nueva forma literaria. Sus intentos de formulación de un método objetivo para la composición poética tuvieron su efecto sobre los poetas del simbolismo francés (Baudelaire y su círculo) en las últimas décadas del siglo XIX. En el campo de la literatura popular, es reconocido como padre de la novela de detectives y de la ciencia ficción.
Poe creía que su arte –cualquier arte- debería ser evaluado bajo premisas universales, más que nacionales o regionales (quizá un contrasentido, ya que Poe fue una de las cabezas visibles de la llamada “Literatura Nacional Nortemaricana”, movimiento que pretendía poner tierra de por medio entre la cultura de las Islas y la cultura Norteamericana, movimiento donde podemos encontrar, además de a Poe, a Melville, Hawthorne o a Cooper). Aún así Poe es identificado frecuentemente con el Sur, a pesar de que, a diferencia de otros literato sureños, Poe no se preocupó demasiado en defender los particularismos del Sur (agrarismo, esclavismo).

Soy Howard Phillips Lovecraft, escritor y algo más...

Howard Phillips Lovecraft

No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas.

(Howard Phillips Lovecraft, La llamada de Cthulhu)

(Providence, Estados Unidos, 20 de agosto de 1890 – ibídem, 15 de marzo de 1937) fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Lovecraft cultivó asimismo la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.

El erudito lovecraftiano Rafael Llopis escribió sobre el autor: «Educado en un santo temor al género humano (exceptuando de éste a las "buenas familias" de origen anglosajón), creía que nadie es capaz de comprender ni de amar a nadie y se sentía un extranjero en su patria. Para él "el pensamiento humano (...) es quizá el espectáculo más divertido y más desalentador del globo terráqueo"».
En su estudio Danza macabra, el escritor de horror Stephen King afirma que Lovecraft es «el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo XX». Además, por contraposición al mal interno o psicológico, «el concepto de mal externo tiene más alcance, es más impresionante. Lovecraft así lo entendió, y es lo que hace a sus historias de extraordinaria, ciclópea maldad, tan efectivas cuando son buenas. [sus mejores cuentos] nos hacen sentir el peso del universo suspendido sobre nuestras cabezas, sugieren fuerzas sombrías capaces de destruirnos a todos solo con gruñir en sueños».
Para su biógrafo S. T. Joshi, Lovecraft «no era un "extraño en este siglo", como afirma de sí mismo el protagonista de su cuento "El extraño". Si se estudian detenidamente sus historias se observará en ellas algo más que los sueños escapistas de un anticuario caduco: enseguida encontramos datos como el descubrimiento de Plutón, citado en "El que susurra en la oscuridad" (1930), o la entonces todavía controvertida teoría de la deriva continental, en la novela En las montañas de la locura (1931). Y ahondando más, en la ficción más tardía, nos topamos repetida y significativamente con Einstein, Planck y Heisenberg, y también las metáforas sobre el futuro desarrollo estético, político y económico de la humanidad, que se transparentan en las civilizaciones alienígenas que aparecen en "La tumba" (1929-30), En las montañas de la locura y "La sombra más allá del tiempo"».
Según la destacada escritora estadounidense Joyce Carol Oates, «la mística identificación de Lovecraft con sus escenarios del Massachusetts rural y las antiguas colonias de Salem, Marblehead y Providence, sugiere un Trascendentalismo paródico en el que el "espíritu" reside en todas partes excepto, posiblemente, en los seres humanos». Lovecraft, en suma, como ocurre con Edgar Allan Poe desde el siglo XIX, ha ejercido «una influencia incalculable sobre sucesivas generaciones de escritores de ficción terrorífica».
Por su parte, el novelista francés Michel Houellebecq declaró: «Yo descubrí a HPL a los dieciséis años gracias a un "amigo". Como impacto, fue de los fuertes. No sabía que la literatura podía hacer eso. Y, además, todavía no estoy seguro de que pueda. Hay algo en Lovecraft que no es del todo literario»



Fuente : Wikipedia

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